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viernes, 1 de noviembre de 2013

6ª Etapa - (4 de Agosto de 2010) ESTELLA-TORRES DEL RIO, 28,9 Km.

-Etapa-
El albergue de Estella tiene una particularidad. Sobre las 5.15 h o 5.30 h el hospitalero pone música de Bob Marley a un volumen elevado, de manera que los peregrinos nos vamos levantando al son del reggae. Hemos desayunado en el mismo albergue cafe con leche, bollería, galletas, mermelada, todo a nuestra libre disposición, incluido en el precio del alojamiento, en plan buffet libre.


-Desayunando en el Albergue-

Hemos salido a las 5.53 h de Estella, es completamente de noche, son fiestas y nos cruzamos con algún rezagado que a esas horas se va a dormir la mona.
Partimos por las calles la Rúa, San Nicolás y Camino de Logroño. Entre la Rúa y San Nicolás, a un lado el Palacio de los Reyes de Navarra, del siglo XII y fachada porticada, y al otro la moderna escalinata que conduce a San Pedro de la Rúa. Se sale a la calle de Zalatambor y seguimos de frente tras la rotonda. Después de la gasolinera nos desviamos ligeramente a la derecha y continuamos hasta Ayegui, antiguo señorío eclesiástico que posee su propio ayuntamiento y que se encuentra ensamblado físicamente con Estella (Km 2).
Descendemos hasta la fuente del Vino y el Monasterio de Irache. La pila mana agua y también vino desde 1991, sin embargo, no tenemos la posibilidad de probarlo ya que no sale vino. Probablemente al ser fiestas, deben ponerlo en funcionamiento durante el día, llevamos unos 50 minutos andando, son las 6.25 h.



-Fuente de Irache-
-Fuente de Irache-




Cruzamos la N-111 y transitamos por un vial de servicio entre el Camping Iratxe y la urbanización del mismo nombre (Km 4), rodeados de campos de cereales.
Cruzamos la carretera de Igúzquiza y seguimos hasta Azqueta, localidad con bar reciente donde vive Pablo Sanz Zudaire, apodado Pablito el de las Varas. Mítico en el Camino, Pablito construye y ofrece desde 1986 varas de avellano a los peregrinos que se acercan hasta su casa (Km 7,4). No lo vemos, es demasiado pronto, son las 7.25 h, llevamos dos horas andando. Como vamos bien de fuerzas y hace fresco, decidimos no parar a desayunar; lo dejamos para más tarde.


 
-Casa típica de Azqueta-


-Azqueta-














Dejamos Azqueta y, pasadas unas naves, giramos a la izquierda para ganar la partida al desnivel entre viñedos. Hay unos perros que cuidan una nave que me asustan un poco pero me armo de valor y sigo adelante. Prácticamente desde que hemos salido, estamos cerca de un compañero peregrino, a ratos lo tenemos delante, a ratos lo adelantamos y lo dejamos atrás. Es David, de Castellón, que días más tarde será uno más de nuestro grupo de amigos. Sinceramente, me siento cómodo con su cercana presencia.


-Entrando en Villamayor de Monjardín-
 
Al borde del camino hay un aljibe medieval conocido por la fuente de los Moros, pensado para saciar a los peregrinos medievales, y más adelante se encuentra ya Villamayor de Monjardín, con un par de albergues (Km 9,2). Villamayor también es famosa por su bodega y son sus propios viñedos los que se encargan de guiarnos por el valle que un día fue conocido como San Esteban de la Solana.


-Bodegas de Villamayor de Monjardín-


-Villamayor de Monjardín-
-Villamayor de Monjardín-














Dos kilómetros después llegamos al cruce de la carretera de Urbiola, con fuente para hidratarnos bien y sobrellevar los próximos diez kilómetros sin poblaciones intermedias y a través de largas y monótonas pistas de concentración (Km 11,3). Son las 8.15 h, hacemos una parada y tomamos un poco de fruta. Descansamos durante unos quince minutos. Mientras hemos parado, nos han saludado peregrinos cuyas caras empiezan a ser conocidas porque ya hemos coincidido con ellos en diversas situaciones.

-Fuente en el cruce de la carretera de Urbiola-

Sabemos que debemos reponer fuerzas ya que tenemos por delante diez quilómetros sin pueblos y sin fuentes. Llevado a tiempo, unas dos horas andando a buen ritmo.
El paisaje ha cambiado, campos de cereales y largas rectas. Los peregrinos que tenemos por delante parecen hormiguitas.

 
-Largas rectas dirección a Los Arcos-

-Sombra-
Llegando a Los Arcos, a la izquierda de la senda, nos sorprende ver a un hombre aposentado en un sofa, que nos saluda tranquilamente, y, aparentemente tiene instalada allí su morada. Vende agua y refrescos por los que simplemente pide la voluntad. Increible.

-Venta ambulante-

Dos horas más tarde, tal como habíamos previsto, a las 10.20 h, entramos en Los Arcos por el paraje de San Vicente y la calle Mayor. El pueblo conserva gran parte de su legado histórico, se llega hasta la plaza porticada de Santa María donde se ubica la iglesia del mismo nombre.
En principio, habíamos planeado parar en Los Arcos, en el Albergue la Fuente Casa de Austria y reunirnos aquí con David, Alfred y Begoña. De todos estos, sólo está David. Begoña y Alfred presuntamente están más atrás. Como no estamos excesivamente cansados y es pronto, nos ponemos de acuerdo para continuar hasta Torres del Río, son unos 8 kilómetros más. También así, recortamos la etapa de mañana que nos llevará a Logroño.
Les hemos dejado una nota en el Albergue a los compañeros que vienen por detrás indicándoles que pararemos en Torres del Río.
Los peregrinos hacemos un rápido cálculo mental que nos lleva a deducir que estos 8 kilómetros van a ser entre una hora y media o dos horas más de peregrinaje. Por tanto, la hora prevista de llegada pasan a ser las 12.30 h como máximo.
La plaza invita al descanso, merecido y necesario para afrontar el tramo final de etapa (Km 21,2) pero no paramos.


-Los Arcos-


-Entrada a Los Arcos-













Pasadas las últimas casas de Los Arcos retornamos a otra pista agrícola que avanza en línea recta, paralela a la N-111, durante tres kilómetros. Llegados a este punto, nos desviamos a mano derecha por una senda (Km 24,8).
Desde que hemos dejado atrás Los Arcos, vamos en grupo con David, Paco y Reyes (matrimonio de Sevilla) y la animada tertulia hace que no nos enteremos de los kilómetros que vamos sumando.
De repente ha aparecido por detrás Alfred, que se ha unido al grupo.
Proseguimos por ella hasta la regata de San Pedro y la carretera de Sansol, que tomamos para llegar hasta esta localidad. (Km 28).


-Llegando a Sansol-

-Sansol-

Abandonamos Sansol junto a un chalé ya a la vista de Torres del Río. Un rápido descenso, bajo el puente de la carretera, nos sitúa a las puertas de esta población final de etapa.


-Llegando a Torres del Río-

Subimos por sus empinadas calles y damos con la iglesia del Santo Sepulcro, templo octogonal del siglo XII que mantiene una torre adosada que pudo utilizarse como faro para guiar a los peregrinos que nos precedieron siglos atrás (Km 29).
Es el final de la Etapa, son las 12.15 h, hemos andado unas 6 horas aproximadamente.
En mis apuntes figuraba como posible Albergue en Torres del Río, el Albergue Casa Mari, pero yendo a él hemos tenido una de estas sorpresas que te da el Camino.
Hemos pasado por delante de un Albergue nuevo que ninguno teníamos controlado en nuestras notas, llamado "La Pata de Oca", con piscina y hemos decidido quedarnos en él.
Sabia decisión porque ha sido de los mejores días del Camino.
http://www.alberguelapatadeoca.es/


-Albergue la Pata de Oca en Torres del Río-
-Interior del Albergue-

Nos hemos duchado y puesto la lavadora. En el mismo Albergue, que tiene un buen Restaurante, hemos degustado un Menu del Peregrino junto a Alfred y David.
Por la tarde, hemos tendido la ropa y tomado unas cervecitas en la terraza, al borde de la piscina, pasándolo estupendamente con una animada tertulia.

-Piscina del Albergue-

Eneka y Begoña han comentado la posibilidad de hacer un bote común, hemos puesto 3 E cada uno y he ido a la tienda a comprar para preparar ensalada y spaguettis que ha preparado Eneka.


-Haciendo la compra en la tienda del pueblo-

Los del Restaurante le han dejado utilizar la cocina del Restaurante y sólo hemos pagado la bebida consumida.
La cena ha sido muy amena, nos hemos puesto tibios de vino, de hecho, nos hemos ido a dormir a las 22.30 h.
Hemos cenado, empezando por la izquierda: Sandra, Serggio, Paco, Eneka, David, Begoña, David, Rocío, Alfred y yo.
Todos los que cenamos estamos alojados en el Albergue excepto el italiano Serggio, que es un personaje peculiar, un buen chaval, que está en otro albergue pero le hemos convencido que se quede con nosotros. Con el paso de los días se convertirá en uno de nuestros mejores amigos.

-Cena en el Albergue-




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