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domingo, 13 de octubre de 2013

1ª Etapa - (4 de Agosto de 2009). SAINT JEAN PIED DE PORT-RONCESVALLES, 25,7 km.



-Perfil de la Etapa-
 
Afrontamos nuestra primera Etapa del Camino con ilusión y con ganas de vivir sensaciones nuevas frente a algo desconocido.
Nos despertamos a las 6.15 h creyendo que somos madrugadores y, con gran sorpresa, me asomo a la ventana de la habitación y nó sólo veo que no dejan de pasar peregrinos por la calle sino que las señoras mayores con las que compartimos el dormitorio ya no están. Se han levantado con sigilo, se han vestido, se han ido y, prácticamente, no nos hemos enterado.
Hemos desayunado en una croissanteria de la calle principal, Rue d'Espagne, y, entre pitos y flautas, empezamos a andar a las 7.10 h. A lo largo del Camino no volveremos a salir tan tarde tras comprobar que nos hemos quedado rezagados de la mayoría de peregrinos y además recibimos más sol del que deberíamos.
 


Atravesamos la calle de una punta a otra para traspasar los muros derruidos de la antigua muralla y llegar hasta un poste de madera. Clavada, junto a una concha y la marca roja y blanca del GR 65, hay una señal que indica "Chemin de Saint Jacques de Compostelle", es el punto de partida oficial del Camino Francés.






 
Un terrible repecho nos recibe a continuación, nos sorprende la dureza inicial, a los 15 minutos me arrepiento de no haber entrenado más (no me volverá a ocurrir los años sucesivos).
Ascendiendo por la carretera rural pasamos intermitentes barrios de casas, como Iruleya y Erreculus, siempre rodeados de verdes praderías. Los tramos donde recuperar el aliento se van diluyendo como un espejismo y pronto llegan de nuevo las temibles rampas que nos acercarán hasta el núcleo de Honto, provisto de albergue (Km 5). Ha sido una hora y cuarto sólo hacia arriba, sin descanso. Hemos ido a un ritmo constante, muy bueno, nos encontramos bien. En un momento de la subida, adelantamos a las señoras mayores que compartían habitación con nosotros, van a un ritmo lento, pero cuando pasamos por su lado, sonríen y nos saludan efusivamente, es El Camino.
Después de Honto, la carretera nos da una pequeña tregua y ocupa su lugar una senda que gana la partida a la pendiente con una sucesión de curvas de herradura. De nuevo sobre el asfalto pasamos junto a una fuente y una mesa de orientación. Está emplazada en un excelente mirador donde se obtiene una panorámica de Saint Jean Pied de Port y la suave orografía de esta zona de la Aquitania francesa (Km 6,4).
 
Un kilómetro después llegamos a una fuente, está el albergue y bar-restaurante de Orisson. Seguimos avanzando por la carretera de montaña, el paisaje es espectacula, vemos caballos salvajes. Unos cuatro kilómetros más adelante, a unos cien metros y a mano izquierda, se puede distinguir sobre una cresta rocosa la talla de la Virgen de Biakorri, adornada con flores, collares, cruces, conchas y demás ofrendas peregrinas (Km 11,3).
Hay momentos que andamos por el suave piso del prado pirenaico, no es ni senda ni carretera, simplemente prado, montaña, es emocionante.

 
 
Pasamos inmediatamente junto a la cruz de Thibault, también llena de objetos y colgajos, y ascendemos entre dos lomas, dejando a la derecha un socorrido refugio de piedra (Km 15,6).
Bajo las laderas del pico Leizar Atheka recorremos el kilómetro escaso que resta hasta el collado de Bentarte, donde se encuentra la Fuente de Roldán, que recuerda al oficial de Carlomagno derrotado por los vascones junto a su ejército en el año 778 (Km 16,5).
Un robusto hito de piedra anuncia nuestra entrada en Navarra, cruzamos la frontera virtual y entramos en España.
 La pista pedregosa se endurece hasta alcanzar el collado Lepoeder, la cota máxima de la etapa a 1.430 metros de altura (Km 20,5).  En 20 Km hemos subido 1.430 metros de desnivel. El cansancio es máximo, llevamos 5 horas sólo subiendo.
En ese momento reparamos que no hemos almorzado, nos planteamos parar un momento o continuar. Decidimos continuar y mañana ya nos lo plantearemos de otra manera. Hemos salido demasiado tarde y lo estamos pagando.
Nos quedan unos 5 kilómetros hasta Roncesvalles, apoximadamente una hora y es sólo bajada.
Pasamos por el alto de Ibañeta. Las vistas son espectaculares y nos llevan a descubrir el paisaje de la etapa de mañana: bosques de hayas y Roncesvalles abriendo las puertas a Burguete y al valle de Erro. 
A la etapa sólo le queda un suspiro y, tras pasar junto al Centro de Migración de Aves, nuestro itinerario se interna por el bosque para bajar a Roncesvalles, representado por la Colegiata gótica de Santa María. El primer edificio que sale al paso es el albergue de peregrinos (Km 25,7).
Llegamos a las 13.15 h, han sido 6 horas de andar ininterrumpidamente, de las cuales 5  han sido cuesta arriba. Nos paramos en el bar que hay justo al llegar y pedimos una cerveza para celebrar el fin de Etapa.
En ese momento nos damos cuenta que Sandra ha perdido su saco. Nos planteamos qué hacer, o subir a por él - decidimos NO hacerlo ya que NO podemos, o esperar pacientemente tomando algo en la terraza del bar a ver si alguien lo recoge y lo baja. Efectivamente, al cabo de una hora, una chica de origen alemán o holandés, bajaba con dos sacos, el suyo y el rojo que le había caído a Sandra. Enseguida le expico lo sucedido y ella, al principio no lo tenía claro del todo pero logro hacerle entender que ese saco es el nuestro.
Solucionado el tema del saco, vemos que el Albergue,está cerrado y abren a las 16 h, sin embargo hay una persona que da números para las literas, nos dan dos números el 16 y 17. Significa que hemos llegado de los primeros, empezamos a entender la importancia de salir a caminar pronto.
Vamos a la Oficina de Atención al Peregrino y nos sellan la Credencial, voy completamente cojo, me duele una barbaridad el muslo de la pierna derecha.
Volvemos al bar de antes y nos pedimos un bocata de calamares y uno de jamón.
A las 16 h abren el Albergue. Es alucinante, el ambiente peregrino es total, gente de todas las nacionalidades, de todos los rincones de España, supera lo esperado.


-Nuestras literas estaban al fondo a mano derecha, donde se ve la prenda naranja-
El albergue está muy limpio en el que conocemos personajes de los que te dejan huella. Hay un bombero holandés que ha pasado toda la tarde estirado en su cama, al margen del bullicio, como si estuviera catatónico. Mide 1,90 aproximadamente y debe tener 60 tacos. Resulta que anda unos 55-60 km por día, salió de su casa de Holanda a andar hace 3 meses con el objetivo de llegar a Santiago. Alucinante.

 
 


Nos tumbamos un rato y decidimos cenar a las 19 h en el mismo bar donde hemos comido para poder asistir a las 20 h a la misa del peregrino. No soy muy practicante pero la misa dedicada a los peregrinos es especial, nada que ver con una misa normal. Son de esos momentos que hay que disfrutar ya que sólo pueden vivirse en ese lugar y todos los que asistimos estamos boquiabiertos.
Al salir de la misa, bien apoyado en mis bastones y completamente cojo, nos retiramos al albergue a dormir.

-Misa de Peregrino-
Ha sido un día especial, nos hemos dado cuenta de la importancia de venir entrenado, de madrugar, de analizar el recorrido que vamos a tener durante la etapa, etc. Pese al cansancio, molestias, agujetas, etc , la sensación es de satisfacción máxima.

Desde 2011, se ha mejorado el albergue principal de Roncesvalles. Pongo link de la información actual:
http://www.alberguederoncesvalles.com/ 

2 comentarios:

  1. Como siempre, y de la mano de particular estilo narrativo, disfrutando de una nueva etapa del Camino. Casi percibiendo las fragancias del alba, la emoción de la aventura, la extraña paradoja de fatiga, dolor y felicidad que producen los retos auténticos.
    Permanecemos atentos a nuevos relatos.

    Un abrazo desde Amposta.

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  2. Querido paisano, sabes perfectamente que uno de los motivos que me ha llevado a crear el blog es haceros partícipes a todos mis amigos y familiares que aguantáis mis tertulias del Camino, los detalles y mis vivencias que creo que de esta manera podréis entender mejor. También es una manera de permanecer cerca pese a la distancia geográfica que nos separa. Yo os tengo muy presentes.

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