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jueves, 17 de octubre de 2013

3ª Etapa - (6 de Agosto de 2009). ZUBIRI- PAMPLONA. 20,4 km.




 


Nos hemos despertado a las 6.00 h, nos hemos vestido y recogido todo en 15 minutos. Empezamos a andar  a las 6.15 h. Es de noche, y salimos solos.
Hay que volver sobre los pasos de ayer y cruzar de nuevo el puente de la Rabia. Tras un kilómetro llegamos al borde de una carretera, justo enfrente de la fábrica de Magna, una empresa fundada en 1945 aprovechando el yacimiento geológico de magnesita. Subimos por la carretera, rodeando el perímetro de la empresa y, posteriormente, descendemos un tramo de escaleras para abandonar el área industrial.
Más adelante, se encuentra Larrasoaña. Viniendo de Zubiri el itinerario no penetra en esta localidad, ya que se encuentra separada del Camino por el río Arga y el puente de los Bandidos (Km 5,6). Un corto ascenso lleva hasta el siguiente núcleo del valle de Esteribar, Akerreta. (Km 6,1).



Pasamos junto al hotel rural y después de un portillo y un tramo de gravilla llegamos hasta una carretera local, que cruzamos.
El siguiente tramo no defrauda en absoluto. Resguardados entre árboles y matorral vamos en busca del río Arga y solventamos un rápido descenso hasta la misma orilla, llegando casi a rozar el agua. Pegados al cauce llegamos hasta el puente de Zuriain (Km 9,2).


-Puente de Zuriain-
 
Tras él salimos a la N-135 y seguimos con cuidado por su arcén durante unos cientos de metros. Pasado el peligro cogemos el desvío de Ilurdotz y volvemos a cruzar el Arga para dirigimos hasta Irotz. (Km 11,2).
A esta altura nos encontramos con un grupo de valencianos que conocimos ayer, que han dormido en Larrasoaña y casi llegando a Pamplona, se han incorporado al grupo Ana y su pareja, con los que estuvimos conversando y compartiendo Albergue en Zubiri.
Desde aquí hasta el fin de la etapa vamos juntos charlando animadamente y el trayecto se nos hace mucho más corto.
Dejando a un lado su iglesia de San Pedro seguimos por pista hasta el puente de Iturgaiz, de origen románico y rehabilitado el siglo pasado. Justo a la salida surge a mano izquierda la pista del paseo fluvial del Arga, que lleva hasta un merendero situado al otro lado de la N-135 (Km 12,9).
Mesas, barbacoas e incluso servicios animan al descanso.
Proseguimos de frente y subimos una senda que lleva hasta el antiguo señorío de Arleta, hoy un conjunto de casas arruinadas. Nos despedimos del valle de Esteribar y más adelante evitamos cruzar una circunvalación gracias a otro paso subterráneo. Bajamos así hasta el puente del río Ulzama y la ermita de la Trinidad de Arre (Km 15,8).



-Puente de Trinidad de Arre-

Accedemos así a la calle Mayor de Villava, cuna de Miguel Indurain. A la salida cruzamos la carretera y continuamos de frente, pasando varias rotondas, hasta enlazar con Burlada, población que también atravesaremos por la calle Mayor (Km 17,2). Al rato, a la altura de un taller mecánico, se gira a la derecha para salvar un paso de peatones junto a Viveros Arvena. Tras el cruce, atentos a la señalización jacobea del pavimento, seguimos unos metros hacia la derecha y doblamos a la izquierda hacia un paseo. Es el camino de Burlada, que siempre de frente conduce hasta las puertas de Pamplona, la primera ciudad del Camino.
En kilómetro y medio cruzamos el puente de la Magdalena sobre el río Arga.
Entrando en Pamplona, nos hacemos unas fotos y nos despedimos ya que todos ellos continúan hasta Cizur, nosotros acabamos en Iruña.
En ese momento me doy cuenta de lo facil que resulta empatizar en el Camino y que en pocas horas tomas mucha confianza. Nos da mucha pena despedirnos de un grupo de gente con la que, si hubiésemos seguido, nos hubiéramos divertido mucho.
Me da cierta rabia que se acabe la aventura ya que mi cuerpo está dejando atrás las agujetas, la mayoría de gente tiene como reto llegar más lejos que nosotros, unos llegarán a Logroño, otros Burgos y otros, incluso, se plantean llegar a Santiago.
Siento que hemos sido muy conservadores en nuestra planificación, sin embargo, lo teníamos ya decidido así y no cambiamos la opinión.
Sandra lleva el tobillo cascado por lo que tampoco le damos demasiadas vueltas al tema.



-Puente de la Magdalena-
 
-Puente de la Magdalena-
 
 
-Foto de despedida del grupo-
 
El Camino continúa a la derecha hacia un paso regulado por semáforos. Continuamos por el foso de las murallas, concretamente junto al Baluarte de Nuestra Señora de Guadalupe, para traspasar un puente levadizo y el portal de Francia, del año 1553. Éste conduce a las calles del Carmen, donde en la acera derecha tenemos el albergue privado Casa Ibarrola, y la Navarrería. Al final de esta última, la señalización nos anima a girar a la izquierda por la calle de Curia. Después doblamos a la derecha por la calle Compañía, donde se encuentra el albergue de Jesús y María (Km 20,4).
Llegamos a Pamplona a las 11.30 h, encontramos el Albergue fácilmente. Hemos hecho una media hora de cola y nos hemos situado en nuestras camas. Hay literas pero muy confortables y nuevas. Se nota que está recientemente reformado.
Sandra ha aguantado el dolor del tobillo como una campeona, sin duda, el agua fresca de ayer por la tarde le fue de perlas.




-Esperando a la apertura del Albergue-
-Interior del Albergue-
 
-Exterior del Albergue-
 
http://www.alberguescaminosantiago.com/2009/03/albergue-de-peregrinos-de-jesus-y-maria-pamplona/

Hemos comido en un asador, y por la tarde hemos hecho el turista por Pamplona, visita a la Catedral, calle Estafeta, Ayuntamiento, etc.

http://www.catedraldepamplona.com/es/


-Comiendo en Pamplona-
-En la Calle Estafeta-

 
Por la noche hemos cenado unos pinchos y hemos dado una vuelta por la zona de la muralla, hay unas terrazas muy acogedoras.




Nos hemos ido a dormir pronto.

Este año 2009 dejamos aquí el Camino ya que la intención ha sido conocer de primera mano cómo funciona el tema y ha superado con creces lo esperado.

Al día siguiente nos vamos a Barcelona con ganas ya de volver sabiendo lo que debemos corregir. Por supuesto hay que prepararse mejor, dosificar los esfuerzos en las etapas, salir a andar pronto y planificar mejor las etapas.

lunes, 14 de octubre de 2013

2ª Etapa - (5 de Agosto de 2009). RONCESVALLES-ZUBIRI, 21,8 km.

 



-Perfil de la Etapa-
 
Hoy no nos ha pillado el toro, a las 5:45 h nos hemos despertado con los primeros ruidos de los más madrugadores. Nos vestimos y recogemos todas nuestras cosas a gran velocidad. Queremos salir pronto, con los que saben, con los que tienen experiencia, queremos aprender rápido.
A las 6:15 h hemos salido a andar. Era de noche, nos iluminábamos con el movil, debíamos tener mucho cuidado. Ahí nos damos cuenta de un nuevo error de principiantes, debíamos haber traído una linternita o luz frontal. Tomamos nota para el año que viene.
Salimos a la N-135 para tomar una senda que nace junto al arcén derecho y que discurre por el bosque de Sorginaritzaga o robledal de Brujas. Pasados cien metros puede verse al otro lado de la carretera la cruz de los Peregrinos, un crucero gótico que fue trasladado a este lugar en el año 1880 por el Prior don Francisco Polite.


-Señal que encontramos saliendo de Roncesvalles-

-Senda que da inicio al Camino saliendo de Roncesvalles-

El bucólico paseo termina al llegar junto a las naves del polígono Ipetea, punto donde giramos a la izquierda para salir a la N-135 y entrar en Burguete. La calle San Nicolás y la carretera son todo uno, así que por ella atravesamos el pueblo, ya que no hay arcén entre las robustas casas blasonadas y el asfalto (Km 2,8).
En la población hay un par de bares que abren temprano, el primero junto a la iglesia y otro cien metros después. En el primero de ellos tomamos un desayuno de cafe con leche acompañado de bollería casera que nos va a ayudar a afrontar la mañana con energía.


-Desayunando en Burguete-
Pasada la parroquia de San Nicolás torcemos a la derecha junto a una sucursal bancaria para cruzar una pasarela sobre un arroyo que baja hacia el río Urrobi. Continuamos por una pista, flanqueada por algunas naves y extensas praderas pobladas de ganado y bosquetes de hoja caduca. Tras sortear varios cauces de agua por vados rudimentarios de piedra y solventar un repecho, salimos a una pista asfaltada desde la que ya apreciamos los tejados escarlatas de Espinal, primer pueblo del valle de Erro (Km 6,8).




-Diección a Espinal-
Nos internamos en el casco urbano para salir a la N-135 a la altura de la moderna iglesia de San Bartolomé. Giramos a la derecha (aquí tenemos un bar y justo después una panadería) y seguimos por la acera. Justo después de un paso de peatones giramos a la izquierda y por pistas de diferente piso subimos hasta el alto de Mezkiritz ( Km 7,7). Junto al arcén hay una imagen labrada de la Virgen de Roncesvalles (Km 8,2).
A medida que ha ido avanzando la etapa, me he ido encontrando cada vez mejor de mis agujetas y de mis dolores musculares. Sandra va perfecta.
Rodeados de boj, acebos y helechos avanzamos hacia la siguiente población, Bizkarreta, (Km 11,4). A la entrada, a mano izquierda, encontramos un bar. Abandonamos el pueblo junto a la "tiendica de Biskarret" y ponemos rumbo a Lintzoain, distante casi dos kilómetros (Km 13,6).
Una vez en Lintzoain pasamos junto al frontón y torcemos a la derecha para coger un carretil de cemento muy empinado. Se sigue por pista de gravilla - un mojón se encarga de recordarnos los cuatro kilómetros que restan hasta el alto de Erro - y se continúa a través de una estrecha senda. Las primeras rampas son las más duras pero la pendiente cede y el camino se ensancha. Incluso hay buenos tramos en claro descenso, como el que nos lleva hasta el mismo alto de Erro, donde cruzamos la N-135. Nos encontramos un bar móvil que tiene refrescos, fruta, barritas energéticas y bollería  (Km 17,8).



Cogemos una pista y afrontamos la bajada hasta Zubiri que nos lleva a abrir y cerrar un par de portillos y nos sorprende con algún tramo de escalones. En el último kilómetro, Sandra ha tenido la mala suerte de caerse y se ha torcido el tobillo, se ha hecho un leve esguince
Al final nos presentamos en el puente de la Rabia sobre el río Arga, construcción por la que accedemos a Zubiri (Km 21,5).
Otros compañeros han decidido acabar en Larrasoaña, 5,6 kilómetros más lejos. Es una opción para otro año.
Hemos sido los terceros en llegar, a las 11.30 h. En ese momento nos damos cuenta que nuestro ritmo es muy bueno, en comparación al resto de senderistas, vamos rápidos y, a nuestro ritmo y madrugando, no debemos tener problemas para encontrar albergue.
Probablemente, en años sucesivos acabaremos en Larrasoaña ya que desde las 11.30 h hasta la noche si ha hecho el día un tanto aburrido y, de esta manera, al día siguiente se llega antes a Pamplona, donde tenemos más opciones bien para disfrutar de la ciudad con relax o bien, incluso, seguir andando hasta Cizur Menor.
Al llegar al albergue de Zubiri, unas escuelas un tanto viejas, no encontramos ningún hospitalero por lo que escogemos dos literas del fondo cerca de una ventana, lejos de la zona de entrada y salida de la habitación y/o de las duchas (en verano, siempre es la mejor opción).



-Interior del albergue de Zubiri-


Es un albergue municipal, hace mucho calor y hay muchas moscas.
Hemos buscado una farmacia para comprar calmantes que disminuyan el dolor que sufre Sandra por su maltrecho tobillo y, de paso, hemos comido un "menu peregrino" que no nos ha gustado nada y tampoco ha sido demasiado económico.
Por la tarde hemos ido al río a intentar curar el tobillo. Sandra ha pasado un  buen rato con el tobillo en el agua fresca del río Arga y, sin duda, le ha ido de maravilla.


-Puente de la Rabia sobre el río Arga. Zubiri.



-Sandra en el río Arga. Zubiri-

-Juanjo en el río Arga. Zubiri-

 


 
 
-Juanjo y Sandra en la orilla del río Arga. Zubiri.
 
 
Sobre las 20 h nos ha sorprendido una tormenta de verano que ha caído de manera torrencial, hemos estado charlando con una pareja de españoles que nos hemos ido cruzando a lo largo del día de hoy e incluso ayer.

-Tormenta de verano por la tarde. Exterior del albergue de Zubiri-


A las 22 h, a dormir.
 
 



domingo, 13 de octubre de 2013

1ª Etapa - (4 de Agosto de 2009). SAINT JEAN PIED DE PORT-RONCESVALLES, 25,7 km.



-Perfil de la Etapa-
 
Afrontamos nuestra primera Etapa del Camino con ilusión y con ganas de vivir sensaciones nuevas frente a algo desconocido.
Nos despertamos a las 6.15 h creyendo que somos madrugadores y, con gran sorpresa, me asomo a la ventana de la habitación y nó sólo veo que no dejan de pasar peregrinos por la calle sino que las señoras mayores con las que compartimos el dormitorio ya no están. Se han levantado con sigilo, se han vestido, se han ido y, prácticamente, no nos hemos enterado.
Hemos desayunado en una croissanteria de la calle principal, Rue d'Espagne, y, entre pitos y flautas, empezamos a andar a las 7.10 h. A lo largo del Camino no volveremos a salir tan tarde tras comprobar que nos hemos quedado rezagados de la mayoría de peregrinos y además recibimos más sol del que deberíamos.
 


Atravesamos la calle de una punta a otra para traspasar los muros derruidos de la antigua muralla y llegar hasta un poste de madera. Clavada, junto a una concha y la marca roja y blanca del GR 65, hay una señal que indica "Chemin de Saint Jacques de Compostelle", es el punto de partida oficial del Camino Francés.






 
Un terrible repecho nos recibe a continuación, nos sorprende la dureza inicial, a los 15 minutos me arrepiento de no haber entrenado más (no me volverá a ocurrir los años sucesivos).
Ascendiendo por la carretera rural pasamos intermitentes barrios de casas, como Iruleya y Erreculus, siempre rodeados de verdes praderías. Los tramos donde recuperar el aliento se van diluyendo como un espejismo y pronto llegan de nuevo las temibles rampas que nos acercarán hasta el núcleo de Honto, provisto de albergue (Km 5). Ha sido una hora y cuarto sólo hacia arriba, sin descanso. Hemos ido a un ritmo constante, muy bueno, nos encontramos bien. En un momento de la subida, adelantamos a las señoras mayores que compartían habitación con nosotros, van a un ritmo lento, pero cuando pasamos por su lado, sonríen y nos saludan efusivamente, es El Camino.
Después de Honto, la carretera nos da una pequeña tregua y ocupa su lugar una senda que gana la partida a la pendiente con una sucesión de curvas de herradura. De nuevo sobre el asfalto pasamos junto a una fuente y una mesa de orientación. Está emplazada en un excelente mirador donde se obtiene una panorámica de Saint Jean Pied de Port y la suave orografía de esta zona de la Aquitania francesa (Km 6,4).
 
Un kilómetro después llegamos a una fuente, está el albergue y bar-restaurante de Orisson. Seguimos avanzando por la carretera de montaña, el paisaje es espectacula, vemos caballos salvajes. Unos cuatro kilómetros más adelante, a unos cien metros y a mano izquierda, se puede distinguir sobre una cresta rocosa la talla de la Virgen de Biakorri, adornada con flores, collares, cruces, conchas y demás ofrendas peregrinas (Km 11,3).
Hay momentos que andamos por el suave piso del prado pirenaico, no es ni senda ni carretera, simplemente prado, montaña, es emocionante.

 
 
Pasamos inmediatamente junto a la cruz de Thibault, también llena de objetos y colgajos, y ascendemos entre dos lomas, dejando a la derecha un socorrido refugio de piedra (Km 15,6).
Bajo las laderas del pico Leizar Atheka recorremos el kilómetro escaso que resta hasta el collado de Bentarte, donde se encuentra la Fuente de Roldán, que recuerda al oficial de Carlomagno derrotado por los vascones junto a su ejército en el año 778 (Km 16,5).
Un robusto hito de piedra anuncia nuestra entrada en Navarra, cruzamos la frontera virtual y entramos en España.
 La pista pedregosa se endurece hasta alcanzar el collado Lepoeder, la cota máxima de la etapa a 1.430 metros de altura (Km 20,5).  En 20 Km hemos subido 1.430 metros de desnivel. El cansancio es máximo, llevamos 5 horas sólo subiendo.
En ese momento reparamos que no hemos almorzado, nos planteamos parar un momento o continuar. Decidimos continuar y mañana ya nos lo plantearemos de otra manera. Hemos salido demasiado tarde y lo estamos pagando.
Nos quedan unos 5 kilómetros hasta Roncesvalles, apoximadamente una hora y es sólo bajada.
Pasamos por el alto de Ibañeta. Las vistas son espectaculares y nos llevan a descubrir el paisaje de la etapa de mañana: bosques de hayas y Roncesvalles abriendo las puertas a Burguete y al valle de Erro. 
A la etapa sólo le queda un suspiro y, tras pasar junto al Centro de Migración de Aves, nuestro itinerario se interna por el bosque para bajar a Roncesvalles, representado por la Colegiata gótica de Santa María. El primer edificio que sale al paso es el albergue de peregrinos (Km 25,7).
Llegamos a las 13.15 h, han sido 6 horas de andar ininterrumpidamente, de las cuales 5  han sido cuesta arriba. Nos paramos en el bar que hay justo al llegar y pedimos una cerveza para celebrar el fin de Etapa.
En ese momento nos damos cuenta que Sandra ha perdido su saco. Nos planteamos qué hacer, o subir a por él - decidimos NO hacerlo ya que NO podemos, o esperar pacientemente tomando algo en la terraza del bar a ver si alguien lo recoge y lo baja. Efectivamente, al cabo de una hora, una chica de origen alemán o holandés, bajaba con dos sacos, el suyo y el rojo que le había caído a Sandra. Enseguida le expico lo sucedido y ella, al principio no lo tenía claro del todo pero logro hacerle entender que ese saco es el nuestro.
Solucionado el tema del saco, vemos que el Albergue,está cerrado y abren a las 16 h, sin embargo hay una persona que da números para las literas, nos dan dos números el 16 y 17. Significa que hemos llegado de los primeros, empezamos a entender la importancia de salir a caminar pronto.
Vamos a la Oficina de Atención al Peregrino y nos sellan la Credencial, voy completamente cojo, me duele una barbaridad el muslo de la pierna derecha.
Volvemos al bar de antes y nos pedimos un bocata de calamares y uno de jamón.
A las 16 h abren el Albergue. Es alucinante, el ambiente peregrino es total, gente de todas las nacionalidades, de todos los rincones de España, supera lo esperado.


-Nuestras literas estaban al fondo a mano derecha, donde se ve la prenda naranja-
El albergue está muy limpio en el que conocemos personajes de los que te dejan huella. Hay un bombero holandés que ha pasado toda la tarde estirado en su cama, al margen del bullicio, como si estuviera catatónico. Mide 1,90 aproximadamente y debe tener 60 tacos. Resulta que anda unos 55-60 km por día, salió de su casa de Holanda a andar hace 3 meses con el objetivo de llegar a Santiago. Alucinante.

 
 


Nos tumbamos un rato y decidimos cenar a las 19 h en el mismo bar donde hemos comido para poder asistir a las 20 h a la misa del peregrino. No soy muy practicante pero la misa dedicada a los peregrinos es especial, nada que ver con una misa normal. Son de esos momentos que hay que disfrutar ya que sólo pueden vivirse en ese lugar y todos los que asistimos estamos boquiabiertos.
Al salir de la misa, bien apoyado en mis bastones y completamente cojo, nos retiramos al albergue a dormir.

-Misa de Peregrino-
Ha sido un día especial, nos hemos dado cuenta de la importancia de venir entrenado, de madrugar, de analizar el recorrido que vamos a tener durante la etapa, etc. Pese al cansancio, molestias, agujetas, etc , la sensación es de satisfacción máxima.

Desde 2011, se ha mejorado el albergue principal de Roncesvalles. Pongo link de la información actual:
http://www.alberguederoncesvalles.com/ 

lunes, 7 de octubre de 2013

3 de Agosto de 2009. BARCELONA-S.JEAN PIED DE PORT.

Son las 7.00 h del 3 de Agosto de 2009, empieza la aventura.
Dormimos en Barcelona, en casa de mis padres, suena el despertador a las 7.00 h, nos despertamos y nos dirigimos a la Estación de autobuses de Sants, compramos prensa, el autobús hacia Pamplona sale a las 8.10 h.
-Saliendo de casa. Barcelona-
Ni se me había pasado por la cabeza encontrar más gente con la misma idea que nosotros, sin embargo, primera sorpresa, hay más gente que sale de Barcelona hacia Pamplona a hacer el Camino. Distingo alguna persona con algún bordón, otro con palos de senderismo, otros que llevan bicicletas.
Hay algunos retrasos en la salida precisamente porque alguna bicicleta no cabe en el autobús con la consecuente discusión entre el pasajero y el conductor.
Afortunadamente, Sandra y yo lo contemplamos desde nuestro asiento mientras mi padre, en el andén también participa del espectáculo.
Curiosamente, el causante principal del retraso es un peregrino "periquito" al que le ha tocado el asiento de mi izquierda y con el que hemos acabado tomando un aperitivo en Pamplona.

Al llegar a Pamplona, sobre las 13.30 h, hemos tomado unos pinchos en la Plaza del Castillo con Manel -el periquito- y su novia y mi compañero de asiento, Oscar.
Ellos tres hacen el Camino en bicicleta. Manel ya hizo el Camino en otra ocasión y nos da consejos prácticos a los demás, que atendemos atentamente con cierta impaciencia ya que estamos deseosos de ver qué sucede en realidad en eso que llaman Camino.

A la hora de comer, Sandra y yo, nos desmarcamos y nos vamos por la zona antigua a comer de pinchos, empezamos a disfrutar.
-Pamplona-
-Pamplona-
-Esperando en el parque en Pamplona-
Sobre las 17.30 h nos dirigimos a la Estación de Autobuses donde, definitivamente, el ambiente peregrino ya se palpa por todos los lados, hay que decir, que reina un poco de caos.
Personas de todas las edades, diferentes nacionalidades, portan sus mochilas, bordones, palos, bicicletas con sus alforjas, todos preparados para tomar el bus que nos llevará a Roncesvalles.
-En la Estación de Autobuses. Pamplona-
A las 18.00 h lo tomamos y llegamos a Roncesvalles a las 19.15 h.

Al llegar a Roncesvalles, debo confesar que no tenemos claro todavía, si nos quedamos y iniciamos el Camino al día siguiente desde allí o tomamos un taxi y nos lleva a S Jean Pied de Port (27 km) para buscar alojamiento allí e iniciar al día siguiente nuestro camino desde la bonita ciudad francesa.
Me invade una sensación de haberme equivocado al no haber planificado correctamente esta importante decisión, ¿de donde iniciamos el Camino?
No me volverá a suceder, error de principiante, el primero de algunos más que cometo en este primer contacto con el Camino, pero os aseguro que aprendo de los errores.

Al ver el albergue de peregrinos lleno y el caos que hay, decidimos tomar una furgoneta taxi entre 8 compañeros y salimos hacia S Jean Pied de Port, sin saber donde dormir.

Llegamos sobre las 20.30 h. El pueblo es precioso, parece una postal.
Buscamos la Oficina del Peregrino en la que adquirimos la credencial. Mientras esperamos para adquirla, oímos que apenas quedan alojamientos en el pueblo y que están acomodando a los peregrinos en un frontón, para dormir en colchonetas. Mal empezamos.
-Oficina del Peregrino. S Jean Pied de Port.
-Rue de la Citadelle. S Jean Pied de Port-
-Adquiriendo la Credencial. S Jean Pied de Port-
Mientras estamos en la cola, dejo a Sandra un momento, pregunto en varios portales en los que alquilan habitaciones y en todos la respuesta es negativa. Cuando ya me resignaba a dormir en el frontón, pregunto en el portal de una vivienda y la señora me dice que sólo le queda una cama en una habitación pero debemos tener en cuenta que en esa habitación hay otra cama que ya está ocupada por dos señoras de unos 70 años, también peregrinas. Se lo comento a Sandra y decidimos tomar esa cama y compartir habitación, la excitación es máxima, la situación es cómica, son sensaciones nuevas, adrenalina a tope.
-S Jean Pied de Port-
-S Jean Pied de Port-
-S Jean Pied de Port-
Cenamos en un pizzería contigua al río y a dormir.

-Casa de Huéspedes. S Jean Pied de Port-




-Cama en habitación compartida. S Jean Pied de Port-
 
Sin duda, un día intenso, diferente, con muchas emociones, con el cuerpo cansadísimo y, sin tener ni idea de lo que nos espera al día siguiente, una etapa durísima, entre S Jean Pied de Port y Roncesvalles, entrar a España cruzando los Pirineos, 27 km, con un desnivel brutal, a la que deberíamos haber llegado mejor preparados.
 

EL CAMINO DE SANTIAGO. Un gran reto, una pasión, una aventura.

Nunca me había planteado hacer el Camino de Santiago, siempre había pensado que era una historia vinculada a frikis, gente muy religiosa, que los albergues eran algo como pensiones cutres, en definitiva, algo muy lejano de mi manera de ver la vida y de pasármelo bien.
En 1999 compré mi primer libro sobre el Camino, fue una Guía El País de la Editorial Aguilar, todavía la conservo, me costó 2.875 pesetas.
¿Por qué lo hice? Me queda lejos, pero recuerdo que  mi entrañable compañero de trabajo Gonzalo, ahora recién jubilado, me comentó que se estaba planteando ir con dos o tres amigos a hacer una escapada por el Norte de España en la que, según sus previsiones, andarían por parajes espectaculares, disfrutarían de la gastronomía de Galicia y desconectarían de su actividad diaria.
Un día, pensando en él, ví la Guía y la compré, con la sana intención de dejársela para, quién sabe, dependiendo del resultado de su experiencia, algún día tener una base sobre la que poder plantearme este reto.
En esos momentos no podía ni imaginarme tal posibilidad ya que mi hija Adriana tenía dos años y era totalmente inviable hacerlo.
Cuando mi compañero regresó del Camino, me la devolvió y me dijo que le había sido de mucha utilidad, si bien, andar, andar, realmente creo que andó poco, probablemente la utilizaron como Guía gastronómica.
La cuestión es que la Guía de marras quedó en una estantería de un mueble del salón comedor de mi casa ya que en el 2002 nació mi segundo hijo, Joan, y, lógicamente, con una niña de cuatro años y un recién nacido, no era planteable ni imaginable la posibilidad de hacer tal aventura.
A medida que nuestros hijos crecían, mi mujer Sandra y yo, empezábamos a tener más tiempo libre y más posibilidades de poder plantearnos la posibilidad de ausentarnos unos días de casa sin los niños.
En Noviembre de 2008 tuve un ascenso profesional que me provocó un invierno intenso, duro, mucho stress y poco tiempo libre, quizá por ello, hacia la primavera, Sandra y yo empezamos a pen
sar en actividades para el verano.
Sin dudarlo demasiado creí que era el momento oportuno de conocer aquello que hacía tantos años llevaba en mente, decidimos que, por si la experiencia no nos gustaba, probaríamos el trayecto de Sant Jean Pied de Port a Pamplona, tan sólo 3 etapas.
No teníamos ni idea de qué era una senda, si nos saldrían perros a nuestro paso (les tengo pánico), si los albergues eran lo suficientemente limpios, si nuestros compañeros de camino serían frikis ultra religiosos, en definitiva, dudas que se disiparon enseguida, incluso desde el momento que nos montamos al autobús que nos llevó de Barcelona a Pamplona.
Hicimos las tres etapas de rigor y, la verdad, nos gustó tanto la experiencia, superó tanto lo esperado, me fascinaron tanto los paisajes, la desconexión del mundo "civilizado", la gente que conocimos, la gastronomía, la sensación de libertad, los momentos de reflexión que te da el caminar 6-7 horas, la sensación que se tiene al llegar al albergue cuando se concluye una etapa, etc, etc, etc, que me dí cuenta que en el Camino era feliz.
Es por ello que en el verano de 2010 reanudamos el Camino en Pamplona y destinamos 9 días llegando a Burgos.
En el Verano de 2011 partimos de Burgos y, también destinamos 9 días acabando nuestro trayecto en Astorga.
En 2012 decidimos tomarlo de descanso en cuanto al tema senderista y ha sido en el verano de 2013 en el que reanudamos nuestra andadura en Astorga y conseguimos llegar a Santiago,  dedicándole 10 días para alcanzar nuestro reto.
707,50 Kilómetros en nuestras piernas. Unas vivencias y sensaciones únicas, irrepetibles que en este blog voy a intentar describir y plasmar.
Mi intención es resumir etapa por etapa de mi Camino, explicando la ruta, mis sensaciones, mis recuerdos, poniendo fotografías ya que no me canso de recordar cada uno de los momentos vividos allí.